Desde que se desató la pandemia, fueron muchos los argentinos que decidieron cruzar el río e instalarse en Uruguay. Según una nota en el diario La Nación, muchos no habían vuelto aún de sus vacaciones cuando se refugiaron en nuestras playas todavía con su ropa de verano. Tuvieron que enfrentarse al invierno en una ciudad costera con poca oferta de ropa invernal, habitando casas y departamentos que muchas veces no están preparados para las bajas temperaturas. Pero eligen todos los días quedarse en Uruguay.
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Sabemos que hay muchos nombres reconocidos que eligen la vida uruguaya, como Marcos Galperín, Susana Giménez y Nicolás Repetto. Pero el perfil es cada vez más diverso: familias que viajaban asiduamente a Punta del Este, jubilados, propietarios de casa de verano, emprendedores y más. Según gestores y abogados, al inicio de la pandemia el nivel de quienes decidían instalarse en nuestro país era de lo más alto. Ahora, pareciera que el interés por radicarse en Uruguay está llegando a niveles medios altos.
Obtener la residencia legal es un trámite sencillo, pero requiere de un paso presencial, lo que complica a muchos argentinos debido al cierre de fronteras. Los que logran ingresar al país son aquellos que obtienen un permiso excepcional (salvoconducto) que se otorga por reunificación familiar, trabajo o proyecto de inversión. Para obtener la residencia fiscal, hay siete maneras posibles. Las tres más comunes son: la permanencia de al menos 183 días en el país (con una ausencia permitida de menos de 30 días); inversión de inmueble por 1.680.000 dólares; o invertir 380.000 dólares permaneciendo por lo menos 60 días en el país.
Gracias a la cercanía y las condiciones políticas y económicas del país vecino, se acentuó el interés de empresarios e inversores argentinos por invertir en campos uruguayos. Esta tendencia comenzó a hacerse visible durante el primer tramo de la cuarentena, pero terminó de consolidarse a partir de la recesión económica y las más recientes decisiones del Gobierno argentino en términos de política cambiaria e incertidumbre bancaria.
Todas estas circunstancias se suman a la facilidad que proporciona nuestro país para obtener la ciudadanía o la residencia fiscal. Federico Nordheimer, director de la comercializadora de tierras homónima, explica que ejemplos como el de Marcos Galperín generaron confianza para establecerse en el país. “Que Marcos Galperín haya elegido Uruguay y no otro lugar en América Latina o el mismo Estados Unidos, acentúa la confianza en ese país. El gobierno de Uruguay es muy inteligente en eso, en captar a determinadas personas”.
Nordheimer también explica que este año, comparándolo con 2019, aumentaron más de un 100% las consultas y las decisiones de compra. “Lo más solicitado corresponde a propiedades que están en valores que van de los 500.000 dólares a los 3 millones.” “Mucha gente se está radicando o tiene la intención. Quien antes buscaba un lugar en el interior de la Argentina ahora de repente se interesa más por Uruguay. La tecnología, el teletrabajo más consolidado a partir de la pandemia, también alienta eso.
Fuentes: La Nación, Infobae, I Profesional.
