La vida en Uruguay

“Yo elegí quedarme acá en marzo, en el momento crudo de la pandemia de Europa. No es tan fácil cambiar una línea de trabajo, una línea de vida, es bastante interesante lo que me pasó como persona. Creo que es una oportunidad para mí y creo que también puede ser una oportunidad para todos. En Europa hemos tenido julio, agosto y septiembre, una actitud bastante desilusionada por parte de la gente.”

“Me quedé acá porque Uruguay demuestra una actitud y una dimensión infraestructural, también en la cantidad de gente que vive, muy interesante. Es un lugar chico, pero no tan chico, porque mide la mitad de Italia que tiene más de 60 millones de habitantes, cuando Uruguay tiene 3 millones y medio. Esto es lo que yo siempre tuve en la cabeza, porque en algunos lugares se puede vivir mejor y sin riesgos, teniendo otros problemas, obviamente, económicos, de desarrollo, de trabajo, porque también Uruguay tiene sus temas. Pero otros lugares en Europa, una ciudad como Milán, tiene otros problemas. Y en la pandemia se demostró que el tema del virus es un tema muy complicado en lugares densos como Milán, Londres, París, Berlín, Nueva York. En cambio, en lugares como Punta del Este, que obviamente en invierno hay muy poca gente, el problema fue mucho más chico. ¿Qué quiero decir con esto? No me interesa en este momento hablar de datos y números, pero como arquitecto lo que pienso siempre es cómo tener una actitud de equilibrio que pueda desarrollar oportunidades de trabajo, educación y salud. Y cuáles son las medidas de desarrollo de masterplans, de territorios, de sistemas.”

El equilibrio con el medioambiente

“El coronavirus, como cualquier evento natural, llega y no se sabe cuándo. ¿Y por qué hablo de un evento natural? Para mí el tema del ambiente es fundamental, está probado y hay papers que se han escrito sobre cómo tenemos que tratar de mantener el ambiente controlado y no en un desarrollo sin sentido. Todo el tema que hemos tenido de lluvias, sequías, tsunamis, incendios, es una consecuencia de un desarrollo de muchos años donde el equilibrio ambiental fue dejado de lado.”

“No podemos pensar que podemos continuar con una misma actitud de vida y manejo del lugar, que no es nuestro, que es para una futura generación. Nosotros estamos acá por muy poco tiempo, pero la generación que viene, los chicos que ahora tienen nueve años o que todavía no han nacido van a a utilizar como huéspedes el lugar. Entonces es fundamental mantener un equilibrio entre un mundo de consumismo y un mundo que respeta el medioambiente.”

Arquitectura sustentable

“Los arquitectos no vamos a cambiar el mundo, los arquitectos estamos a disposición en una mesa de preguntas sobre desarrollo de lugares, sobre cómo pensar una ciudad del futuro. Estamos allí para dar nuestra visión. El futuro tiene que ser sustentable.”

“Los proyectos de desarrollo de infraestructura, como el puerto de Montevideo, son muy importantes porque en este momento de paro, necesitamos adelantar el desarrollo del lugar, y los lugares se desarrollan con conexiones. Uruguay tiene, por ejemplo, una costa turística muy importante, una fuente en el oeste sobre el Río Uruguay muy fuerte por la papelería, y un norte con mucha forestación. La forestación fue algo que en los últimos años fue empujado muy fuertemente, tenemos más de 6 millones de plantas en pie.”

“En Europa tenemos el problema de ciudades con mucha contaminación, y desde esto se está pensando que todos los edificios necesitan realizarse con una huella 0 de carbono. Entonces el manejo de la construcción y también la manutención y la vida del edificio no tiene que producir carbono. Es obvio que buena parte del proyecto no es solo la manutención, sino cómo se hace el edificio. Uruguay puede tener esto, un desarrollo similar, usando la materia prima que está en el norte, procesando el material y creando un valor agregado muy interesante. La madera sale hoy de Uruguay con muy poco valor agregado. Entonces, ¿esto qué genera? Socialidad, crecimiento, lugares de trabajo, educación, todo lo que es importante en el desarrollo de un lugar.”

“Un edificio en prefab implica la mitad de tiempo de construcción que un edificio normal y produce la mitad de carbono. Yo estoy trabajando con unos compañeros ingleses que justo ganaron una concurso importante en Sidney con una torre de más de 40 pisos de madera, acero y cemento. La creatividad de los arquitectos pesa mucho, para un edificio de madera no necesitamos solo pensar en una casa pequeña unifamiliar. Hay edificios de 5, 10 pisos, se puede hacer mucho. Allí, lo que es interesante es que en el futuro yo creo que estos elementos prefabricados pueden también ser manejadas con robots, lo que pondría mucha seguridad sobre el tema de la construcción misma, por los obreros. Y la gente no va a perder el trabajo, porque al final siempre se va a necesitar de mano de obra que tenga un desarrollo profesional un poquito más avanzado y también una creatividad por lograr soluciones interesantes en la construcción.”

“Yo creo mucho en la tecnología pero creo también en el desarrollo de proyectos sustentables en sí mismos. Un edificio tiene que tener como objetivo utilizar las condiciones negativas y positivas del lugar, ya sea el viento, el agua, la exposición al sol. Y todo esto es parte de una arquitectura tradicional, porque si uno va a un campo en seguida comprende por qué una casa de un viejo campesino estaba orientada de una manera y no de otra. Entonces el lugar es la matriz de todo el proyecto. Después, obviamente la parte tecnológica ayuda y maneja el control de los gastos, maneja la optimización de los gastos. Y se tiene que pensar muy bien el aislamiento de un edificio, porque si tenés un edificio más aislado, gasta mucha energía. Y podés tener la tecnología más interesante y no sirve para nada. Entonces es un conjunto de tres factores: la locación, la construcción utilizando materiales que permitan aislar bien, y la tecnología.”