Fantasmas en el Este

  • hace 2 meses

Un recorrido por edificios emblemáticos pero descuidados del balneario revela una relación estacionaria entre la municipalidad y el sector edilicio privado
La fachada del Palace Hotel, uno de los primeros establecimiento hoteleros de Punta del Este.Punta del Este está somnolienta. Aún no despertó del todo. El balneario, cuya principal actividad económica es el turismo, se encuentra ultimando los detalles finales que año a año se encargan de dar la bienvenida a miles de visitantes provenientes de otros departamentos, otros países de la región e inclusive otros continentes.

Prueba de ello está en la actividad vista en un recorrido realizado por El Observador a fines de noviembre por zonas como la península de la ciudad. Allí se encuentran la avenida Gorlero y la calle 20, dos de los rincones comerciales más populares del balneario. Con varios semáforos apagados pero con una alta presencia de cuidacoches por cuadra, la punta sale lentamente de su largo descanso de diez meses.

Algunos rincones y edificios de Punta del Este, sin embargo, no despertarán de su letargo. Ya sea porque se encuentran abandonados, demolidos, en construcción o a la espera de ser vendidos, existen edificaciones esteñas con las que el tiempo se ha comportado de forma tirana, exponiendo completamente sus arrugas edilicias.

Hace cuatro años, El Observador realizó un recorrido por varios edificios que se han vuelto emblemáticos dentro de la historia reciente del balneario, dado su pasado arquitectónico o las huellas que dejaron en la población de locales y turistas que los visitaron durante las últimas décadas.

Hoy, una nueva visita a esos lugares, que incluyen al hotel San Rafael, el Palace Hotel, el Hotel Campanario, las galerías Concorde y Caracol, la discoteca Space y el edificio Míguez, demuestra que existen varios rincones de Punta del Este que están lejos de contar con el brillo que los caracterizó en el pasado y que ahora pertenece a los rascacielos.

Un informe elaborado por el sitio especializado en la publicación online de ventas y alquileres de viviendas en Uruguay, por Casas en el Este, prevé que la cantidad de turistas se incremente en 318.000 respecto al verano pasado.

Naufragios y vestigiosUbicado al final de la avenida Gorlero, el Palace Hotel, uno de los primeros de Punta del Este, está abandonado. Su fachada fue intervenida por el español David de la Mano con un remolino de figuras negras que bien podrían ser los fantasmas de los huéspedes que por allí pasaron. La vegetación de uno de sus costados está muy tupida y solo es disimulada por un cerco de madera completamente roto. Debajo de un cartel de letras quebradas que antes daba nombre al hotel, hoy se ven ventanas tapadas con madera y una puerta frontal que parece no haber sido abierta hace un tiempo largo.

El Palace Hotel conforma, según opinó la presidenta de la Comisión de Patrimonio Local de Punta del Este, Graciela Carbonaro, parte de un Punta del Este perdido. Junto a otros habitantes descendientes de las primeras familias que se establecieron en el balneario, Carbonaro trabaja en la conservación de los edificios que consideran simbólicos de la época dorada de la construcción, durante el siglo XX, del principal polo turístico de Maldonado.

El principal problema afrontado por este tipo de organización, explicó, es que el Palace Hotel, así como otros establecimientos como el hotel San Rafael y el hotel Clarion El Campanario, son propiedad privada, lo que impide la acción directa desde el gobierno. «No podés intervenir», señaló Carbonaro. «No podés exigirle a la gente que haga un negocio si no es rentable».

Con ese ejemplo, la presidenta de la Comisión de Patrimonio Local se refierió al caso del hotel San Rafael, del que se han anunciado varios intentos internacionles de adquisición, pero ninguno que se haya concretado. Posicionado frente a la playa Brava, el hotel no recibe huéspedes desde hace años, más allá de algún cliente o familiar cercano a los propietarios. A su techo le faltan tejas, le sobran agujeros y las maderas de sus ventanas se encuentran en pleno deterioro.

Su interior, por otro lado, alegraría al propio Stanley Kubrick si estuviera buscando locaciones en Punta del Este para El resplandor (1980). Amueblado con elementos que destacan el estilo Tudor de su arquitectura, en la planta baja principal se encuentran armaduras de caballeros utilizadas como adornos, así como varios vitrales en los que fotos, premios y reconocimientos viejas construyen su legado. Avistar un huésped en esos pasillos, de todas formas, es imposible.

La arquitecta Eliana Dinetti, integrante de la División de Control Edilicio de la Intendencia Municipal de Maldonado y miembro de la Comisión Departamental de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de Maldonado, aseguró que esta delegación está actualmente abocada en relevar obras como el hotel San Rafael, que no se encuentran calificadas como Monumento Histórico Nacional o incluso Patrimonio Histórico Departamental, otra de las categorías otorgadas por la municipalidad fernandina.

El principal contratiempo, explicó Dinetti, es que no se ha logrado un diálogo fluido entre estos comités de la Intendencia de Maldonado y los propietarios del sector privado. «No tenemos injerencia», señaló la arquitecto. «Y menos si no están protegidos».

El caso se repite en lugares como el hotel El Campanario –ubicado en el barrio Beverly Hills y en un estado presente de decadencia– o las galerías Concorde y Caracol, situadas apenas a unos metros del hotel Palace. A unas cuadras del faro de Punta del Este y con una vista hacia ambas playas de la península, la galería Concorde también da señales de abandono. Sus paredes son víctimas de la guerra de firmas de los graffiteros. Su interior parece un refugio de todo el entretenimiento que hubo, con partes de mesas de pool, tejos y esculturas extrañas de figuras como un Superman desperdigado entre toneladas de escombros.

En su primera reunión de 2016, la Comisión Departamental de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de Maldonado planteó a fines de abril comenzar a elaborar un registro departamental de bienes que puedan se considerados de interés patrimonial. Entre otras actividades planteadas para el año se trabajó en la recuperación del Molino Velázquez y en la declaración como Interés Patrimonial del Tótem realizado por el artista Julio Tixe, ubicado en la parada 1 de la Rambla Claudio Williman.

Invidencia a futuroEl San Rafael es un emblema de Punta del Este
M. UMPIÉRREZ
«Son símbolos emblemáticos para nosotros», comentó Carbonaro, quien señaló no encontrar una solución cercana al problema, y apuntó que el balneario ha perdido parte del encanto que lo caracterizaba gracias al avance de la construcción de edificios de altura sobre las playas. «Punta del Este tendría que haber sido como Europa. No se deberían haber hecho esas torres impresionantes que le cambiaron la identidad al lugar».

En tanto, desde la Intendencia de Maldonado la arquitecta Dinetti aseguró que hay trabajo por hacer. «Últimamente en la Comisión de Patrimonio Local de Punta del Este no nos estamos reuniendo», admitió.

«La visión es hacer ese relevamiento para determinar qué edificios tienen valor», indicó la arquitecta al hablar sobre proyectos a futuro desde la municipalidad. «Si aparece un privado que quiere actuar, modificar una reforma o ampliar ese tipo de edificios, que haya un aviso para que con la intendencia nos sentemos a negociar y saquemos un buen proyecto para todos».

Ante esa espera, la preparación para los primeros turistas de la próxima temporada continúa en esa Punta del Este que entre destellos y esplendores nuevos mantiene varios puntos de oscuridad.

Fuente: elobservador

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